domingo, 1 de noviembre de 2009




Sangre corre desde mis labios, sangre corre desde mis manos y la furia del cielo me distrae.Manos me alientan a seguir sin mirar lo que fue.
Miedo hubo, caricias estuvieron presentes, pero la razón puedo apoyar la maldad de esas mentes siniestras con imponente brillo en sus ojos.
Caminaremos sin percibir, por que aquellos se esconden entre las sombras y no logramos sentir… el café se siente más amargo y mis labios resecos desean empaparse por última vez.
Alzo la mirada y el sol pega de frente nublando toda imagen, esas manos vuelven a tocarme para guiarme sin poder entender porque debía ser yo, me susurra que no culpe, me susurra que no vuelva a pensar en el ayer para poder actuar sin remordimiento,
Una vez más cierro mis ojos y despierto en mi cama, empapada sintiendo la humedad que invade mis pulmones, sé que estoy a salvo, la luna entra por mi ventana y aprieto fuerte tu foto junto a mi pecho.